Póngame un café y la revolución

Guerra

Un acto cotidiano.
Levantarse.
Comer.
Trabajar.
Estudiar.

Fácil, ¿verdad?

Algo más sencillo.

Vivir.
Sonreír.
Sentir tranquilidad.

Pero un día, todo se quiebra.
Cae una mala noticia.
La guerra.

Unos extraños deciden atacar tu tierra.
Deciden que tu hogar ya no lo es.
Que sobras.
Que debes desaparecer.

Día tras día, las explosiones retumban.
Ya no duermes.
Ya no comes, no hay qué.
Tu trabajo ha quedado en ruinas.
Tu escuela yace bajo las bombas.

Ya no vives.
Ya no sonríes.
La tranquilidad es un recuerdo roto.

Lloras.
Sobrevives.

Intentas proteger a los tuyos.
Mientras ves morir a los de al lado.

Lloras.
Ves morir a los tuyos.
Caen más bombas.
No hay comida.

Lloras.
Tienes hambre.
Las bombas siguen cayendo.
Ya no queda dónde huir.

Ya no lloras.
No tienes fuerzas.
Cierras los ojos... y el mundo se apaga.

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